Quien no oye sonidos,
puede sentir latidos
Quien no ve la luz,
puede imaginar colores
Si no caminas la tierra,
camina el viento
Si no pronuncias las palabras, escríbelas
Mueve tus alas según tu tiempo:
en ti, siempre, tu destino espera...
“Soy egoísta,
impaciente y un poco insegura. Cometo errores, pierdo el control y a veces soy
difícil de lidiar. Pero si no puedes lidiar conmigo en mi peor momento,
definitivamente no me mereces en el mejor”.
“No quiero hacer
dinero. Yo sólo quiero ser maravillosa”.
“Todo el mundo es una estrella y se merece brillar”
“Nunca he dejado
a nadie en quien haya creído”.
“El sexo forma
parte de la naturaleza.
Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza”.
“No me importa
vivir en un mundo de hombres, siempre que pueda ser una mujer en él”.
¿Cómo teñir este cielo que de lluvia pinta mis huesos? Quieto de nubes -de aristas- mi hombro asiste cada vez que suelto gotas Luego la calma entre aquellos grises y estos. Olga I.
Vacío de cristales mi sombra encontrando voces giros un cable desliza a tierra la postura que me vuelve arista una niebla -tibia- afronta pinceladas tenues que nada tienen que ver con mis cavernas la imagen consume distancias de dudoso brillo de matices perlados Olga I.
El 8-1-61, María Angélica dió a luz con un gran trabajo, casi a punto de llevarle la vida, a una niña, que hoy mujer, agradece y comparte su ser con los que cada día le acercan una oportunidad de aprendizaje.