Sobre un poema de Rubén Darío
In memoriam L.C.
A Marguerite Duras y a
Francesco Tentori Montalto
Sentada en el fondo de un lago
Ha perdido la sombra,
no los deseos de ser, de perder.
Está sola con sus imágenes.
Vestida de rojo, no mira
¿Quién ha llegado a este lugar
al que siempre nadie llega?
El señor de las muertes de rojo.
El enmascarado por su cara sin rostro.
El que llegó en su busca la lleva sin él.
Vestida de negro ella mira
La que no supo morirse de amor y por eso nada aprendió
Ella está triste porque no está.
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